Una cinta transportadora es de gran utilidad en diferentes sectores. Estas máquinas se encargan de transportar mercancías o materiales de diversos tipos. Tienen presencia en aeropuertos, minas o almacenes, lo que nos da una idea de lo importantes que llegan a ser. Sin embargo, ¿sabes qué son exactamente?
¿En qué consisten?
Las cintas transportadoras tienen como función mover mercancías de un lugar a otro, aunque también puede establecerse un circuito. Ofrecen una buena estabilidad a los objetos y, además, también nos permiten mover mayores pesos. Todo esto es gracias a la banda sobre la que se colocan, la cual se mueve por la acción de diferentes rodillos o tambores.
Una cinta está compuesta por tres elementos principales: la banda o cinta, el motor y transmisión y la estructura. La primera es la que sostiene los objetos a mover; el segundo elemento está compuesto por los tambores de movimiento y el motriz, el cual mueve todo el conjunto; y, por último, la estructura está compuesta por bastidores, un chasis y unas guías para el desplazamiento de la banda. El objetivo es asegurar que la máquina funciona de manera adecuada.
¿Cómo funcionan?
El funcionamiento es muy sencillo: los rodillos o tambores desplazan la cinta a una velocidad determinada. Esta depende del material que quieras trasladar, ya que no es lo mismo un montón de arena que unas maletas en un aeropuerto. Además, existen accesorios, como las propias guías o topes, para garantizar el buen funcionamiento de la cinta. Por ejemplo, unos topes situados en puntos estratégicos evitan que la mercancía caiga fuera.
Una cinta transportadora cuenta con un funcionamiento simple, pero que nos es de gran utilidad. Múltiples sectores, tanto de la industria como del turismo, se benefician de lo que aporta un ingenio de estas características. Gracias a ellas podemos mover todo tipo de productos hacia donde queramos.